lunes, 18 de abril de 2011

FANTASMAS ALIMETICIOS

Mi posición obligada frente al tema, tras haber sido parte del hecho y no sólo espectador me brinda las herramientas necesarias para desmenuzar el tema con propiedad y hasta cierta complejidad.

Cualquier dieta podría llegar a ser el primer paso en el infernal camino de los trastornos alimenticios. Si analizamos las posibles razones por las cuales se empieza una dieta encontraremos un abanico de respuestas completamente variadas y en algunos casos extremistas. Sin embargo, la concepción de belleza y delgadez como sinónimos de éxito y aceptación social en la televisión, el cine, las revistas, la publicidad inducen a muchos adolescentes con problemas de inseguridad o confianza a obsesionarse con estos falsos ideales de perfección impuestos culturalmente.

Esta presión sociocultural por la esbeltez, la falta de valores morales y espirituales, una sociedad cada vez más consumista, la triste realidad de una vida competitiva e individualista, junto a la estigmatización a la obesidad creo que es caldo de cultivo suficiente que impulsa el desarrollo de esta enfermedad. En este mismo contexto, puede que otros elementos tales como una baja autoestima, problemas familiares, la falta constante de modelos de referencia hacen que se realcen otro tipo de estereotipos ligados al campo de lo externo, lo estético, lo material.

No es muy arriesgado hablar de Anorexia como un problema menor, siendo que el 90% de las mujeres del mundo no están satisfechas con su peso, ni con su cuerpo. Es una cuestión de sentido común, ya no se trata de un juego, sino de un problema dotado a la existencia cotidiana, de la autorrealización y que va más allá de las exigencias personales. Uno vive tratando de cumplir con las expectativas fijadas por la sociedad, expectativas completamente vacías.

Las personas que padecen un trastorno alimentario se ven inmersas en un mundo del que sienten que no pueden escapar, la tarea está en aprender a aceptarse a uno mismo, de manera plena. Afrontar aquellos miedos y limitaciones. Intentar mantener una posición positiva sin dejar de ser realistas. Entrar en armonía con nuestro cuerpo y mente. Para todo esto, hace falta conocernos y conocernos implica dejar todo de uno. Si uno se esfuerza para lograr un ideal socialmente impuesto nunca podrá superar las inseguridades.

Aunque el concepto de felicidad es muy diferente de unas personas a otras hay cosas y sensaciones que pueden ser comunes, el cuerpo y lo externo no debería ser una de ellas. Básicamente, la felicidad depende de que realmente quieras ser feliz y estés tan a gusto contigo mismo como para poder sentir la vida y disfrutar al vivirla.

Destéfano María Victoria.

1 comentario:

Aurimar Ponce dijo...

Oye, muy ciertas todas tus entradas, está espectacular tu blog,ya te sigo♥

Te invito a que me sigas:
http://panqeesitodepollo.blogspot.com/

Cuidate!♥

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