sábado, 15 de mayo de 2010

Recién vuelvo de la agencia, y caminar 27 cuadras con unos tacos de 10 cm, te hace:
1) Caminar lento. (Para reducir el ruido, y evitar las futuras fucking ampollas)
2) Mirar detalladamente tu alrededor. (Dado a la velocidad de la caminata)
3) Reflexionar. (Ante los otros dos condicionantes, no te queda otra que pensar)

Ahí es cuando, después de recorrer las mismas calles durante 17 largos años, puede mirar lo que siempre solo veía. Comprobé, advertí que hoy en día, lo habitual es ver sin mirar. No sé a que se debe, o si lo que padece nuestro mundo es una distorsión en los sentidos o en la sensibilidad ¿Quién sabe no? Lo que si se, es que pasamos por alto las cosas. Vemos, porque tenemos ojos pero no llegamos a darle un significado a las cosas, las pasamos por alto. ¿Y? Por lo que puedo deducir, nos acostumbramos a esa realidad. A la de ver sin mirar, claro.
Lo primero a entender, es que se trata de una comprensión. A nuestro alrededor hay escenarios que gritan. Vemos el mundo que queremos ver, o no nos afecta lo que sucede en el, si es que somos consientes. Vamos construyendo y fortaleciendo muros de mentiras que obstruyen el descubrimiento de quienes somos. Sin embargo, el problema central es: ¿ES TAN DIFÍCIL REACCIONAR? Todo da igual. Vuelvo a lo mismo, vemos sin mirar, sin intervenir. Como si todo fuese irreal. La suciedad psicológica se manifiesta principalmente en emociones burdas que se introducen por todos los resquicios de la vida. La violencia, la agresividad, el egoísmo parecen ser las medidas habituales en la mayoría de las sociedades. Yo creo que reaccionar, consta en la simpleza de la misma palabra. Empezar por aprender a conjugar todos los sentidos. Y la sensibilidad en una mirada inteligente: ojos con corazón y mente.

María Victoria Destéfano

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